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Capítulo 3: De vuelta a la escuela, que injusticia.
 
“Ya amaneció… me siento algo extraño al amanecer en un lugar que no es mi casa pero al menos ahora me puedo sentir más tranquilo, ya aquel mago Hiroto me dio la oportunidad de cambiar mi vida, pero creo que si quiero cambiar para bien será mejor que me levante de una buena vez y me apure para no llegar tarde a mi primer día de trabajo”.
Me levante y luego tal como me lo indico Karen enrolle mi colchón que tenía como cama para luego guardarlo, cogí las llaves de mi habitación que estaban en la pequeña mesa, al salir de mi apartamento pude contemplar el hermoso día. Cerré la puerta de mi habitación y me dirigí hacia el café Abukara que estaba a unos cuantos pasos de los apartamentos, al llegar Karen y Kokona me recibieron con una sonrisa lo cual me hizo sentir más animado a trabajar, Kokona me invito a desayunar y aunque la comida japonesa me parecía desconocida no podía resistir elogiar las habilidades de Kokona en la cocina, después del delicioso desayuno ambas me mostraron un traje y luego me dijeron que tenía que ponérmelo para trabajar, sin ninguna queja me lo puse, ambas me indicaron lo que tenía que hacer lo cual no era para nada complicado, al poco tiempo recibimos algunos clientes y yo me quede ayudando a Kokona mientras Karen se iba a la escuela pero en la tarde apenas regresaba se ponía a trabajar, el día se paso rápido, al anochecer ayude a Kokona cerrar el negocio y luego  regrese a mi habitación, al siguiente día Kokona me dio un adelanto de mi sueldo para comprarme ropa y cualquier cosa  que necesite. Así pasaron varios días con la misma rutina pero aun así ya no sentía que mi vida era monótona ya que conforme pasaban los días hablaba con Karen y Kokona formándose en mí un sentimiento de confianza hacia las dos. Yo sentía que todo iba bien pero esos días que para mí eran excelentes se perturbaron cuando estábamos los tres desayunando y hablando como en cualquier mañana, hasta que tontamente pensé que debería de contarles más sobre mí para que tuviéramos más confianza y por desgracia abrí mi bocota.
“Ellas me han dado mucho y me siento mal al no poderles contarles nada sobre mi pero como ellas piensa que perdí la memoria… ya lo tengo.”
-   Últimamente, he tenido recuerdos, aunque todavía no recuerdo todo sobre mí pero puedo recordar fragmentos de lo que he vivido.
Karen me miro con una sonrisa.
-   ¿Enserio?, que buena noticia Masato. ¿Ya pudiste recordar tu verdadero nombre o de dónde eres?
-   emmmm no, aun no recuerdo eso.
Entonces Kokona ingresa a la conversación.
-   ¿Tampoco recuerdas tu edad?
-   Si recuerdo eso, tengo 16 años.
-   ¿16?, ¿Entonces aun no has terminado tus estudios?
“Siento que me acabo de hacer el HARAKIRI (suicidio)”.
-   Bueno, no creo que sea algo necesario que tenga que ir a la escuela ya que después de todo tengo trabajo y un lugar en donde vivir y además...
Después de mi respuesta inicio una larga discusión con Kokona, comenzó a darme todo un discurso con lo típico que siempre dicen los padres sobre la gran importancia de los estudios para mi futuro. Después de un buen rato decidimos que no iré a la escuela… iré a la preparatoria que es un grado superior a la secundaria que es en donde yo estaba. Por alguna razón que ni yo mismo podía entender no pude negar la decisión que tomo Kokona por mí, quedamos en que mi tiempo de trabajo se reducirá para que tenga tiempo de ocuparme de mis deberes académicos, pero lo malo de eso fue que mi salario se vio un poco afectado, bueno hasta ahí ya estaba muy molesto con mi baja de salario y el tener que volver a ese infierno, pero lo que en verdad me molesto fue escuchar, que tendré que dar un examen para ingresar a la prepa.
“A veces siento que la vida es tan injusta (T.T)”
Y a causa de todo eso ahora mismo me encuentro con un uniform, una maleta en mi mano y caminando junto a Karen hacia la preparatoria que no me acuerdo ni como se llama pues cuando Kokona  me dijo el nombre estaba, quiero decir aun estoy enfadado por tener que volver a esa cárcel.
-   ¿Sucede algo masato?, ¿Te vez algo enojado?
-   Aun me sigo preguntando porque tengo que volver a ese calabozo al que llaman preparatoria.
-   Ya veo es por eso, ¿Tanto te molesta la preparatoria?
-   Digamos que no tengo muy buenos recuerdos de mi vida escolar.
-   ¿Por qué?
-   Siempre tenía malas calificaciones, (¬.¬) y no es mi culpa, lo que sucede es que los profesores no me enseñaban bien y además de muchas otras razones que preferiría no mencionar.
Y esas otras razones eran que no tenía ningún amigo ya que no era a una persona que hablara mucho, pero por alguna razón con Karen y Kokona no tengo ningún problema al conversar, la otra razón de que odiara tanto la escuela era que como no tenía ningún amigo era blanco fácil para algunos tipos que creían que podían hacer lo que les diera la gana y a causa de esto tuve que aprender a defenderme, por lo tanto siempre paraba peleando en la escuela.
-   ¿No estás exagerando?, si tuvieras tan malas calificaciones no creo que hubieras podido aprobar el examen de ingreso.
“Si supieras que soy todo un maestro en el arte de copiar en medio del examen, así era como aprobaba todos mis exámenes en la escuela.”
-   Solo tuve suerte. Pero ya que de todas formas voy a tener que ir ¿Cómo sabré a que clase iré?
-   Mi madre es amiga del director y se encargo de que te asignaran a la misma clase en la que estoy yo.
-   Al menos así me evito la molestia de tener que buscar en la clase en la que estaré, ahora que me acuerdo quería preguntarte ¿Qué debería responder si a alguien se le ocurre preguntar mi apellido?
-   Mi madre te inscribió en la preparatoria con el apellido Abukara.
-   ¿Me dio tu mismo apellido? Entonces en la prepa seremos algo así como hermanos.
-   Si alguien te pregunta mejor solo di que somos primos lejanos… Mira, ahí está la preparatoria.
Karen me indico el lugar donde se encontraba el infierno, quiero decir el lugar donde se encontraba la preparatoria. Era un enorme lugar con varios pisos y lleno de ventanas, con las paredes pintadas de color blando, un gran reloj en una torre que se encontraba en el centro del edificio y completamente rodeado de estudiantes. Ingresamos y nos dirigimos directamente hacia los salones, Karen caminaba delante mío para mostrarme el camino hacia su aula, cuando llegamos ella ingreso a su aula  y yo solo la seguí pero al ingresar vi como una parte de los chicos que estaban dentro se me quedaron con la mirada pegada y Karen no se percato ya que se encontraba saludando a sus amigas, cuando ella tomo su asiento que se encontraba por las últimas filas yo la seguí sentándome en un asiento que se encontraba tras de ella y tal parecía que me ignoraba ya que no me decía ni una sola palabra por lo tanto para iniciar una conversación y además como era nuevo en ese lugar no pude evitar el preguntar.
-   ¿Y qué materia toca primero?
Ella volteo a verme y por alguna razón se veía molesta.
-   ¿Qué haces aquí?
-   (o.O)…Pues que crees que hago, tomo asiento y espero a que empiece la tortura.
Me tomo del brazo para después intentar sacarme a la fuerza.
-   Deberías estar afuera esperando al profesor para que al entrar te puedas presentar.
-   ¿Afuera? Pero si ya entre, además puedo presentarme después.
-   Solo haz lo que te digo.
Al poco tiempo llego una profesora que parecía muy joven para tal trabajo, tenía en su rostro una sonrisa que me recordaba mucho a Kokona pero cuando nos vio, la profesora me ordenó caminar delante de toda la clase para decir a todos como me llamo, me sentía muy nervioso ya que pocas veces he estado frente a tantas personas mirándome y además no recuerdo que alguna vez en mi escuela me hicieran ir delante de todos solo para decirles como me llamo. Cuando Estuve frente a toda la clase la profesora les informo a todos sus alumnos que soy nuevo y les pidió a todos que pongan atención para que pueda presentarme y con una sonrisa en su rostro me indico que podía proseguir
-   pues, mi nombre es Masato Abukara y tengo 16 años.
Miro a la profesora para hacerle saber que termine de presentarme, pero ella me responde.
-   ¿No hay nada más que quieras contar sobre ti?, ¿tal vez algo que te agrade o en lo que seas bueno?
-    La verdad es que no tengo muchas virtudes, así que creo que eso es todo.
Después de terminar mi presentación la profesora me indica que vuelva al asiento en el que estaba, las clases comienzan y sinceramente me recordaron mucho a mi escuela y mas porque en las dos no entendía completamente nada y para colmo estábamos en el curso que mas odiaba el cual era idioma extranjero, no hacía nada y tal parecía que tenía mis cuadernos solo como adorno. Después de una larga tortura fui salvado por la campana que indica la llegada del receso y al mismo tiempo del almuerzo y como este tiempo era valioso tenía que usarlo de forma sabia.
-   Karen, ¿me podrías indicar donde se encuentran los baños?
Así es, use mi valioso tiempo para cubrir una de mis necesidades básicas. Por suerte Karen me indico rápidamente y con lujo de detalle el lugar donde se encontraba mi destino.
-   Y después giras hacia la derecha ahí encontraras lo que buscas, ¿entendiste o quieres que lo explique de nuevo?
-   Por supuesto que entendí, no soy un niño que se pierde en cada momento.
-   ¿Enserio?, ya olvidaste cuando te perdiste en el…
-   (¬.¬) Ya entendí, no tienes porque recordármelo.
Rápidamente me levante de mi asiento y camine hacia los baños, gracias a las indicaciones que me dio Karen pude llegar rápidamente y sin problemas, al aliviar mi necesidad me dirigí, tranquilamente hacia mi aula ya que no conocía a nadie y no tenía razón alguna para quedarme caminando por los pasillos ya que solo me aburriría. Mientras caminaba como siempre relajado con las manos en mis bolsillos oí sonidos que parecía ser una discusión, solamente por curiosidad camine hacia la dirección de donde provenían aquellos sonidos y mientras lo hacía vi como una buena cantidad de chicos caminaba en dirección opuesta mostrando miedo en sus rostros. Sentía que me estaba acercando pero aun no podía ver claramente lo que sucedía pues había mucha multitud caminando hacia mi dirección, pero cuando el pasillo empezó vaciarse pude ver a 3 tipos con una pinta de delincuentes frente a una chica con el cabello corto y de color castaño, uno de ellos que tal parecía ser el jefe  le estaba hablando.
-   Vamos ya te dije que no tienes porque tener miedo, solo queremos divertirnos un poco.
Eso era lo que le decía con la típica mirada del abusivo que cree que puede hacer lo que le diera la gana.
-   Dije que no.
-   ¡Te lo estoy pidiendo amablemente pero si no bienes a las buenas lo harás a las malas!
El tipo se enfado y cogió a la chica del brazo jalándola hacia él pero ella no lo permitía poniendo resistencia.
“Por alguna razón siento que esto ya lo vi antes…"
-   Suéltame, ya te dije que no quiero ir.
“Nunca me ha gustado meterme en problemas que no son los míos, pero tampoco me sentiría bien si me voy y no hago na… ahora que lo pienso mejor, esta podría ser una gran oportunidad para poder comprobar si lo que me dijo ese viejo de Hiroto es verdad, y espero que sea verdad porque si no es así esos tipos me dejaran como una lata abollada”
Tenía pensado entrar a la acción pero antes de que pudiera dar tan solo un paso un chico de estatura baja, con cabello de color rubio y con una apariencia débil se puso frente al jefe de los delincuentes, tal parece con la intención de ayudar a aquella chica de cabello corto.
-   D-Déjala en paz.
-   Satou
Ella menciona su nombre con alivio, pero los 3 tipos frente al chico solo mostraron un rostro completamente confiado mientras que Satou se mostraba tembloroso y se podía notar perfectamente que sentía miedo pero aun así parecía decidido a protegerla.
-   ¿Qué es lo quieres enano?
-   D-Déjala en paz, n-n-o quiero que la toques.
-   ¿Quién te crees que eres para darme ordenes?, quítate del camino.
-   Ella no irá, con ustedes.
El chico llamado Satou les mostro a los 3 una mirada seria pero no podía evitar el temblar de miedo, mientras tanto la chica tras de él se mostraba muy preocupada y asustada.
-   Satou.
-   No te preocupes Mayu, no dejare que te toquen.
-   ¿Qué no nos dejaras?
El jefe del pequeño grupo empezó a reírse al escuchar lo que Satou le dijo a Mayu.
-   Eres un verdadero idiota, ¿en verdad crees que podrás con nosotros 3?, que estúpido eres.
-   Prefiero ser un estúpido que un maldito como tú que no sabe usar su fuerza para otra cosa que no sea abusar de otros.
El tipo corrió hacia Satou y rápidamente lo golpeo en el rostro con su mano derecha, a causa de tal golpe el chico cayó hacia atrás, Mayu corrió hacia él mientras gritaba su nombre con gran preocupación.
-   Tú te lo buscaste enano.
El golpe había sido muy fuerte pero Satou no quedo inconsciente, en lugar de eso empezó lentamente a levantarse aunque con ciertos quejidos por el dolor que sentía, cuando se puso de pie miro a Mayu seriamente.
-   Mayu, vete.
Ella negó sus palabras moviendo la cabeza.
-   ¿Así que te levantaste?, tal parece que deseas recibir más golpes, entonces cumpliré tu deseo.
“Al pobre chico lo van a masacrar, pero bueno al menos intento ayudar a su novia o lo que sea para él. Sera mejor que entre al escenario para poder comprobar de una vez si en verdad tengo poderes y de paso evitare que al chico lo rellenen de golpes”.
Satou retrocedía junto a Mayu pero poco a poco los 3 tipos se acercaban a él, el jefe de los 3 se puso delante de Satou y empezaba a preparar su brazo para encestar el próximo golpe.
-   Vaya tres contra uno, eso sí es algo que solo harían unos verdaderos cobardes.
Con estas palabras evite que Satou fuera golpeado pero gracias a eso ahora ellos tenían toda su atención centrada en mí.
-   ¿Por qué no los dejas tranquilos?, no ves que ella no quiere ir contigo, aunque siendo sincero dudo mucho que haya una chica que quiera ir junto a un cara de matón como tú.
Dirigí esas palabras al jefe de los tres y solo provoque que se enfureciera más de lo que ya estaba, entonces los tres empezaron a venir hacia mí.
-   ¿Quién eres tú?
-   Soy el pateaculos y tu madre me envió a que te diera tu medicina.
 Noté el enojo que tenia a causa de mis palabras y eso provocó que empezara a mirarme de una forma amenazante.
-   Acabas de cavar tu tumba.
-  Tumba en la que te meteré a ti.
Mientras el líder del pequeño grupo se quedaba quieto, sus dos compinches se acercaban a mí, mientras tanto yo solo mostraba una sonrisa en mi rostro.
-   ¿Tanto miedo me tienes?, eres tan cobarde que mandas a tus esclavos a pelear tu pelea, o tal vez solamente no quieres lastimas tus lindas manitas.
A pesar de que parecía no tener miedo la verdad es que sí lo tenía, no era la primera vez que me enfrentaba a una pelea injusta pero aun así, como cualquier otro sentía miedo por la paliza que era muy probable que recibiría pero aun así, era necesario que haga esto para comprobar si en verdad tenía algún poder. A diferencia de Satou que estaba temblando yo no mostraba ningún signo de miedo ya que con la experiencia aprendí a controlar mis emociones ya que sabía muy bien que si mostraba miedo solo lo empeoraría todo.
Los dos tipos que se estaban acercando se detuvieron y apartaron del camino, tal parecía que sabían lo que iba suceder, era justamente lo que yo quería.
-   ¡Estás muerto!
Después de gritar esas palabras El jefe del grupo vino corriendo hacia mí con la intención de encestarme un golpe, mientras tanto yo use el poco tiempo que tenia para ponerme en guardia levantando mis brazos para proteger mi rostro, entonces en medio de ese corto periodo de tiempo, sucedió lo inesperado. Todo a mi alrededor quedo totalmente estático, todo había tomado un color verdoso, parecía que se hubiera detenido el tiempo pero a pesar de que mi contrincante estaba quieto y vulnerable yo no podía hacer nada, no podía moverme pero podía ver lo que le pasaba a mi contrincante, vi una figura transparente de él mismo que se desprendía de su cuerpo, venia hacia mí a toda velocidad y saltando dirigió su brazo a mi rostro, pero cuando su puño llego hacia mí, no sentí nada, su brazo me había atravesado.
“¿Pero qué…?, claro ya lo recuerdo, se supone que absorbí el poder de aquel grandulón y lo que me dijo fue que podía predecir el futuro por un corto periodo de tiempo, eso quiere decir que lo que acabo de ver es lo que va a pasar, él intentara a toda velocidad saltar y golpearme en el rostro,(  >:)  ) … excelente.”
Mientras veía como aquel tipo realizaría su movimiento me percaté que tenía una falla, al saltar dejó sus brazos abierto, dejando su rostro sin defensa. Entonces todo volvió a la normalidad, todo estaba del color como debería estar y mi contrincante venia hacia mi corriendo mientras yo estaba con una posición de boxeador, cuando él salto lo único que hice fue levantar mi pierna y al estar en el aire el tipo no pudo evitar chocar su rostro con mi pie, además como iba a toda velocidad el impacto debió de haberse multiplicado provocando que cayera al suelo y quedara inconsciente. Miré su cuerpo tirado en el suelo por un corto periodo de tiempo y luego dirigí mi mirada hacia sus dos esclavos para hablarles de una manera sarcástica.
-  ¿Alguien más quiere su medicina?
-   (O.O) I-I-Imposible.
-   (O.O) Lo venció… con solo un golpe.
-  Les recomendaría que se fueran con el rabo entre las piernas si no quieren que les parta la cara a los dos.
Los tipejos hicieron caso de mi recomendación y se fueron corriendo totalmente asustados lo cual provocó que soltara una pequeña sonrisa.
“Se siente tan bien golpear a tipos como estos y lo mejor de todo es que descubrí que en verdad tengo una habilidad, ahora sí que me siento invencible”
Continúe mi camino y tal parecía que ya me había ganado cierta fama pues me di cuenta de que aun quedaban algunos estudiantes a mi alrededor que habían visto todo lo que hice pero a mí no importo, solamente los ignoré y seguí caminando.
“Aun no me lo puedo creer, poder ver lo que tu contrincante va a hacer es realmente genial, y ahora que me doy cuenta sentí como si mi cuerpo estuviera más liviano y fuerte, tal vez ahora pueda…”
-   (U.U) Masato
Oí una voz que provenía detrás de mí y tan solo con escucharla pude adivinar a quien le pertenecía, cuando voltee confirme que mi sospecha era cierta, aquella voz provenía de Karen que parecía algo molesta.
-   ¿Qué crees que estás haciendo?
-   Pues caminando.
-   Masato, lo vi todo.
-   ¿Viste todo lo que hacía en el baño?
-   ¡Por supuesto que no tonto! , Me refiero a que vi tu pelea con Kimura Obinata.
-   ¿Y quién es ese?
-   Es al que acabas de golpear y además es el líder de los delincuentes de esta escuela, Apenas es el primer día y ya estas metiéndote problemas.
-   Yo no me meto en problemas lo que sucede es que los problemas vienen a mí, además el tipo se lo merecía y si no lo hacía seguramente aquel chico que estaba enfrentándolo iba a terminas peor que una lata abollada.
-   Bueno, tienes razón.
-   Por cierto, me podrías decir dónde puedo comprar algo para comer, ya me dio hambre. Es una injusticia que nos tengan aquí incluso después de la hora del almuerzo, en verdad este lugar es un centro de tortura (T.T)
-   No exageres, ven vamos a la cafetería.
Mientras caminábamos noté como un tipo con lentes, cabello negro y largo tenia la mirada pegada a Karen, esa mirada no me molesto pero cuando empezó a seguirnos por todo el camino me hizo sentir incomodo ya que sentía que podría ser uno de los tipos que quieren llevarse a Karen, nos siguió por casi todo el camino y yo ya estaba empezando a prepararme para un posible ataque pero no pasó nada, cuando llegamos a la cafetería el tipo que nos seguía había desaparecido.
-   Creo que me estoy preocupando demasiado.
-   ¿Pasa algo Masato?
-   No, no pasa nada.
Había muchas personas sentadas en las mesas y otras agrupadas pidiendo comida, el lugar estaba muy lleno así que tuvimos que esperar un poco para poder pedir algo. Terminado nuestro almuerzo nos dirigimos a nuestro salón y nos preparamos para recibir la siguiente clase o mejor dicho solo Karen se preparaba mientras yo estaba tomando una siesta con mi cabeza apoyada sobre la mesa y todo iba bien hasta que llegó el profesor y me vi obligado a despertar. La tortura duró un buen tiempo pero al fin llego la hora, al fin terminaron las clases de este día.
-   Al fin termino todo, estas clases sí que son bien aburridas y más cuando no entiendo nada.
-   Masato, ¿Sabes el camino para llegar a casa verdad?
-   Eh si pero ¿porque preguntas eso?, ¿acaso piensas quedarte en la escuela?
-   Si.
-   ¿Pero para que quieres quedarte aquí?
-   Hay algo, que debo hacer.
-   Bueno, entonces adiós.
Salí del salón dejando a Karen dentro, caminando tranquilamente por los pasillos me preguntaba qué razón tendría ella para querer quedarse en la preparatoria, según Hiroto Karen estará en constante peligro y eso me hizo pensar que lo mejor sería quedarme para poder Asegurarme de que estará segura, di media vuelta pero cuando regresé al salón ella ya no estaba.
“Qué bien, como se supone que la voy a proteger si ni siquiera sé donde esta, pero no lograré nada quedándome aquí, tendré que buscarla pero lo malo es que este maldito lugar muy grande, parece que me tomara un buen tiempo.”
Comencé a caminar por los pasillos tomando direcciones aleatorias con la esperanza de poder encontrar a Karen pero nada, no tenía ni la más mínima idea del lugar en el que podría estar.
“Maldita sea, ¿A dónde se fue?, ¿A dónde iría una chica a estas horas?, bueno si fuera una chica tal vez lo sabría pero no como no lo soy tendré que seguir buscando como un perro sabueso”
-   ¿H-Hola?
Escuché una voz que se dirigía hacia mí, gire mi cabeza para ver a la persona de la provenía aquella voz provenía de un chico de estatura baja, rubio y de aspecto débil, en resumen ese chico era Satou.
-   Ah, eres tú.
-   L-Lo siento si lo moleste, solamente quería agradecerle por habernos ayudado.
Satou se inclino ante mi mostrando su agradecimiento, pero por la formas en la hablaba pude deducir que me tenía miedo.
-  ( :-) ) Oye, no tienes porque ponerte nervioso, no voy hacerte daño, ¿o es que acaso tengo cara de delincuente?
-   Por supuesto que no, solo quería agradecerte por habernos salvado de Obinata y su banda.
-   Fue un gusto haber sido de ayuda, pero creo que deberías pensar mejor lo que haces, intentar enfrentarte a tres a la vez tu solo es una completa locura.
-   Estas diciendo que debí haberme quedado quieto mientras…
-   Tranquilízate, no me refería a eso, me refería a que debieron haber escapado o al menos debiste de distraerlos mientras tu novia corría, en resumen quiero decir que…
-   ¿Novia?, ¿te refieres a Mayu?
-   Si, ¿no era ella tu novia?
-  ( O///O ) E-E-Ella no es mi novia, s-solo somos amigos de la infancia.
-   Ah ya entiendo, no es tu  novia ( ¬.¬ ) pero falta poco para que lo sea.
-   ( O///O )Eh?
No pude evitar reírme un poco por su reacción a mis palabras y eso provocó que se molestara.
-   Solo estaba bromeando, no te molestes. Me has caído bien  amigo ¿Cómo te llamas?
Por alguna razón que no entendía podía hablar tranquilamente con este chico, lo cual me pareció muy extraño ya que en la escuela yo casi nunca hablaba.
-   Soy Satou Uchida
-  Yo me llamo Masato. Bueno cambiando de tema ¿no habrás a una chica con el cabello color azul y largo…?
-  ¿Una chica con el cabello azul y largo?, ¿No es ella?
Satou señala la ventana que estaba a mi izquierda, en la cual se podía tener vista a la parte trasera de la preparatoria, al asomar mi cabeza a la ventana pude ver Karen frente a un chico de gran estatura, con cabello corto y de color negro que tenía un estilo emo, ya que su ojo izquierdo estaba cubierto por su pelo, Karen se encontraba inclinada frente al tipo, estirando los brazos con un objeto en entre sus manos que parecía ser un regalo.
-   Si ella es, pero ¿Quién es el tipo con el que está frente a ella?
-   Ese es Ryo Konishi, todo el mundo lo conoce, es muy popular con las chicas, tiene buenas calificaciones y pertenece al consejo estudiantil.
-   Al menos ya sé quién es, pero también quisiera saber lo que están haciendo los.
-   ¿En verdad no lo sabes?
-   Puesss no.
-   Lo que sucede es que ella se le está declarando.
-   ¿declarando?, te refieres a que ella le está diciendo a él que le…
-   Si, a eso me refiero, pero tal parece que Konishi la rechazó.
Volví a dirigir mi mirada a la ventana, Karen parecía algo triste pero intentaba forzar una sonrisa, ellos estaban muy alejados a la ventana en la que yo veía todo así que no podía oír nada  de lo que se decían pero eso no era necesario para que me diera cuenta de que Karen estaba muy dolida, inmediatamente después de eso Karen empezó a correr en dirección opuestas a donde se encontraba ese tal Ryo. Pensé que sería mejor dejar a Karen sola para que pudiera suprimir su dolor pero mi idea quedó desechada cuando voltee mi cabeza a mi izquierda, allí estaba el tipo con cabello largo y lentes, el mismo que nos estaba siguiendo ahora estaba viendo atentamente en una de las ventanas todo lo sucedido.
-   Fue un gusto hablar contigo Satou pero ahora yo me tengo que ir, adiós.
Pronuncie mis palabras rápidamente y después corrí hacia las escaleras que por suerte se encontraban cerca de mío, ya que estaba en el segundo piso Karen no me podría tomar mucha ventaja, yo sabía que si aquel tipo que la estaba mirando es unos de los que representan un amenaza no podía dejar sola a Karen pero el problema era el tener que pensar en las palabras que tendría que decirle a Karen para que me deje estar cerca a ella o no podría protegerla.
“Tal vez solo es mi imaginación el que ese tipo de cabello largo quiera atacar a Karen pero el riesgo es mucho para dejarla andar sola.”
Finalmente salí  de la preparatoria y por suerte pude ver a Karen, sin pensarlo dos veces la empecé a seguirla, estuve corriendo tras de ella por un buen rato y ella aun no parecía estar cansada pero con lo que le sucedió era fácil entender el porqué se encontraba en ese estado.
Después de tanto correr, Karen se dirige a lo que parece ser un parque, me dirijo hacia donde ella fue y cuando llegué la encontré sentada en un columpio, totalmente triste.
“Sé que ella necesita estar sola pero de alguna manera tengo que quedarme junto a ella, al menos hasta que sienta que no hay ningún peligro, ser guardaespaldas es más difícil de lo que parece.”
-   ¿Karen?
Ella me miro con sus ojos desprendiendo lagrimas, rápidamente con sus manos intenta secarse las lagrimas para que no me diera cuenta de su tristeza.
-   ¿Masato?, ¿Qué haces aquí?
-   Solo estaba dando un paseo por este lugar y por accidente te encontré.
-   Lo viste todo, es por eso me seguiste ¿verdad?
-   Emmm bueno la verdad es que si, pero fue sin quererlo.
-   Vete, quiero estar sola.
-   Deberías volver a casa, es muy peligroso que estés tu sola en un lugar tan vacio como este.
-   No me va pasar nada, no tienes porque preocuparte.
-   No entiendes que debes volver, este tipo de lugar vacios son muy peligrosos, deberías pensar más en tu seguridad.
-   ¡Eres tu el que no entiende!, ¡No entiendes como me siento!, ¡No entiendes por lo que estoy pasando!, Ahora déjame sola.
Después de sus palabras quedé por un buen tiempo callado y mirándola, sabía que no debería molestarla, pero tampoco podía evitar preocuparme por Karen, ya que ella y su madre me recibieron con los brazos abiertos y con el tiempo he aprendido a tenerles un gran aprecio, y esa era una razón más por la que no podía evitar sentirme preocupado.
-   Si te entiendo… te entiendo perfectamente, como ya te dije desde hace tiempo pude recordar algunos fragmentos de mi pasado y entre esos recuerdos veo algo que me paso, no es lo mismo que te paso a ti pero yo viví algo similar a lo que tu acabas de vivir, por eso también puedo entender por lo que estas pasando.
Después de mis palabras Karen se quedó mirándome mostrando sorpresa en su rostro mientras yo estaba en completo silencio, a pesar de que dije esas palabras no sabía que mas decirle o mejor dicho no sabía cómo decirle lo que me sucedió en el pasado, pero justo cuando estaba a punto de hablarle una voz interrumpió nuestra conversación.
-    ¿Señorita Abukara?
Cuando dirigí mi mirada al lugar de donde provenía la voz pude ver que mis sospechan estaban en lo correcto, era ese tipo con lentes, de cabello largo y negro, mostrando una sonrisa en su rostro que por alguna razón me molestaba.
Avances  
  En estos momentos estoy trabajando en el capitulo 2 de PivCity  
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