Mi nombre es Héctor, tengo 16 años y como es de suponerse aun sigo en la escuela secundaria y al igual que cualquier adolescente de mi edad solo buscaba tranquilidad y poder vivir en paz, pero justo hoy tuve una larga discusión con mis padres por las bajas notas que tenía en mis materias.
Mis padres no hablaban mucho con migo y creo que mas que preocuparse por mis notas se preocupaban mas por el dinero que gastaban para pagar la escuela privada a la que me enviaban ya que cuando veían mis notas solo me decían: ¿acaso no sabes cuánto cuesta pagar la mensualidad del colegio?, y eso solo provocaba que me den ganas de responderles: entonces solo envíenme a una pública, pero lo único que yo hacía era solo quedarme callado.
Gracias a dios el día se paso rápido y ya era hora de dormir.
- Vaya día el que he tenido hoy y para colmo mañana tengo que volver a ese calabozo que llaman escuela, no sé ni para qué voy ya que no entiendo lo que los profes enseñan, tampoco tengo amigos con los que pueda pasar el rato. . . que aburrida que es mi vida, a veces quisiera que algo emocionante me pasara, quisiera sentirme útil aunque sea solo una vez en mi vida pero hay que ser realista, a personas como yo jamás le pasan cosas emocionantes. Desearía vivir en otro lugar donde tenga amigos y poder sentirme importante.
Dicho esto solo procedí a dormir hasta que un inesperado evento me despertó.
- Carajo que mal me cayeron los frijoles, espero que el wáter este bien pegado al suelo.
Está bien el evento no era del todo inesperado pero sí que me agarro de sorpresa. Después de eso volví a mi habitación completamente aliviado.
- Nunca más vuelvo a comprar mi almuerzo en ese maldito restaurante me dieron frijoles bien pasados, tal vez debería demandarlos. . . si claro y luego le diré a mi abogado que fue un intento de homicidio por indigestión, espera un momento pero si ni siquiera tengo abogado. Mejor me duermo de una buena vez.
Terminado mi monologo proseguí a dormir y esta vez sin ningún evento que interrumpa mi sueño.
Al siguiente día empecé a despertar y sentí una helada brisa que recorría mi cuerpo, poco a poco fui abriendo los ojos y solo para encontrarme a mi echado en un suelo lleno de pasto, encima mío una estructura muy parecida a un puente ya que entre esta estructura se encontraba un río.
- ¿Un puente?, no recuerdo haberme quedado dormido bajo un puente aunque ahora que lo pienso bien no he visto un puente de este tamaño en ninguna parte de la ciudad. Esto seguramente debe ser un sueño, si eso deber ser, tal vez si me vuelvo a dormir despierte en mi cómoda cama.
Con la intención de volver a concebir el sueño empecé a agacharme pero a dar una media vuelta por accidente golpee mi frente con una de las columnas de aquel puente.
- (>.<) ¡¡¡Au mierd…!!!, espera un momento si se supone que esto es un sueño ¿Por qué me dolió tanto aquel golpe?
Se supone que un sueño no se debería sentir ningún dolor pero en ese momento no solo el dolor parecía real. Esto me produjo un gran susto ya que estaba en un lugar desconocido y no tenía ni más mínima idea del lugar en el que estaba ya que en donde vivo no hay puentes de tan grande tamaño y lo único que se me ocurrió por hacer fue caminar sobre el puente para tener un mejor vista del lugar donde estoy pero el subir hacia aquel puente solo hizo que yo me sintiera mas confundido y asustado.
-¿Dónde. . . estoy?
Al subir pude ver una serie de casas pero lo que me pareció extraño fue el modelo de estas,( o.O )esto solo me dejo más jodid… digo más perdido de lo que ya estaba, pero me dije a mi mismo que tal vez encuentre a alguien que me indique a donde ir si camino por las pequeñas calles.
-Estas casas se parecen mucho a las casas orientales que vi en televisión, es posible que este sea un barrio chino, bueno no exactamente chino pero sí oriental.
Seguí caminando por un buen rato mientras que en mi mente intentaba encontrar alguna razón lógica que pueda explicar cómo llegue a aquel puente, pero no se me ocurría ninguna explicación. Seguí caminando y entonces escuché voces de personas hablando, al dirigirme hacia aquel lugar en el que escuché las voces me percaté de que provenían de un lugar que tenía el aspecto de un restaurante, y en la parte superior de su puerta se encontraba un cartel con el nombre Abukara. Conforme me fui acercando me di cuenta que aquellas voces que escuchaba no representaban nada bueno.
Pude ver por la por una de las ventanas a un enorme tipo que media aproximadamente 1.78, parecía un boxeador pues tenía el cuerpo lleno de músculos, y a su lado una hermosa mujer con cabello de color carmesí que parecía estar muy asustada a causa de ese mastodonte, pues este tipo con su enorme mano sostenía su brazo con la intención de no dejarla escapar.
- ¡¿Dónde está ella?!
- Ya la dije que no sé de lo está hablando señor.
- ¡Dime de una buena vez ¿Dónde está tu hija?!
- ¿Qué es lo que quiere de ella?
- Nada en especial, solamente quiero que venga conmigo.
Dicho pude ver como en el rostro de aquel tipo de formaba una sonrisa despiadada.
- ¿Es dinero lo que quiere verdad?... le daré todo lo que quiera pero por favor déjenos en paz.
- ¡No quiero tu estúpido dinero!
Aquel tipo se enfadó por las palabras de esa mujer lo cual provocó que con un gran empujón él la tirara al suelo dejándola inconsciente.
- ¡Madre!
Una chica aparece corriendo hacia el lugar hacia donde se encuentra tirada aquella mujer que al parecer es su madre. Al mirarla fijamente me percate de que sus ojos y cabello eran de color azul, vestía un traje exactamente igual al de su madre.
- ¿Quién eres tú? .Le dijiste a esa mujer madre, entonces tú debes ser su hija… Karen Abukara ¿verdad?
Aquella chica a la que él llamo Karen solo se quedó callada, ignorándolo pues estaba más preocupada por su madre en el suelo provocando que este solo enfureciera más.
El grandulón cogió el brazo de Karen con la intención de forzarla a ir con él.
- Ahora tú vendrás conmigo.
- No, suéltame, no quiero ir.
- No tienes elección.
- ¡Ayuda!, ¡Alguien por favor ayúdeme!
Karen intentaba a toda costa de soltarse de aquel tipo, pero todo era en vano pues no tenía la fuerza suficiente para soltarse y mientras esto pasaba en mi mente se realizaba un debate para decidir si ayudar o no a Karen.
- Genial, solo estaba buscando a alguien que me guie en estas calles desconocidas pero como resultado termino envuelto en un problemón del cual no me concierne, pero si solo me voy no quisiera imaginar lo que le haría ese tipo a aquella chica, pero ¿Qué puedo hacer? No puedo enfrentarme a ese grandulón y no solo porque parece un saco lleno de esteroides, también es muy posible que este armado. Si entro a ese lugar podría terminar muerto.
Mientras yo estaba intentando tomar una decisión de lo que debería hacer, en el interior Karen y ese saco de esteroides seguían forcejeando. Karen continuaba gritando pidiendo ayuda pero sus suplicas fueron interrumpidas por la mano del grandulón tapando su boca impidiendo así que pueda hablar.
- Tal parce que no hay nadie cerca. Tal vez deba a buscar a un policía y traerlo aquí para que él se encargue. (-.-) Que gran idea, seguro que cuando vuelva con el policía aquel tipo se quedara hay sentado esperando que lo arresten. . . como odio sentirme un completo inútil.
Mientras yo perdía el tiempo hablando conmigo mismo en el interior Karen continuaba forcejeando tratando de que ese hombre no la aleje de su madre, y en medio de esto pude ver como el saco de esteroides quedo con la espalda expuesta a la puerta principal dándome a mí una oportunidad.
- Si logro entrar sin que se dé cuenta podría coger algún objeto lo suficientemente duro que me permita golpearlo en la cabeza y dejarlo inconsciente.
Ya tenía el plan ahora solo había que aplicarlo. Tal como lo dije empecé a caminar lentamente y agachado en dirección a la gran puerta principal, ahora el segundo paso era coger un objeto pero al no tener mucho tiempo para escoger solo cogí lo primero que encontré lo cual fue una taza de té “no era lo que tenía pensado pero esto debe de ser lo suficientemente duro para dejar inconsciente a cualquiera, y si no lo dejaba inconsciente al menos lo dejara mareado dándome oportunidad de golpearlo con todas mis fuerzas”.
Logré llegar a su retaguardia sin que se diera cuenta y entonces con todas mis fuerzas intenté golpearlo en la cabeza, pero nada salió como lo tenía pensado.
Justo al mismo tiempo en el que yo moví mi brazo él también se movió dando una vuelta y usando a Karen como escudo como si supiera lo que tenía pensado hacer, pero justo a unos pocos centímetros de golpearla pude detener mi brazo.
- ¿Qué es lo que quieres enano?
“No sé a qué se refería este tipo al decirme enano, mido 1.75”
- Ehhhh, vine a entregar el pedido de una pizza pero al parecer me equivoque de dirección así que con su permiso yo me voy.
Después de dar esta dar esta “estúpida excusa” el maldito bastardo que parecía ser hijo de Hulk aparto a Karen de su camino solo para dirigir su enorme puño a mi rostro provocando que saliera volando para luego caer en una de las mesas.
- Escúchame enano no te metas en lo que no te incumbe o podrías terminar muy mal herido o, peor.
Mientras el decía estas palabras Karen aprovecho el poco tiempo que tenia para coger un bastón e intentar golpearlo por la espalda pero al igual que yo ella fallo ya que su golpe fue esquivado sin ninguna dificultad. Entonces aquel hombre con una mano cogió el bastón y con la otra la golpeo tirándola al suelo y dejándola inconsciente.
Yo siempre he odiado a los abusivos y más a aquellos que abusaban de las mujeres, por eso al ver como él la golpeo hizo que me enfureciera. Al estar yo a sus espaldas aproveche su descuido para correr rápidamente tras suyo para darle con todas mi fuerzas golpes y patadas que podía, pero todo era en vano pues ese enorme mamut esquivaba todos mis golpes sin ningún esfuerzo, ni siquiera se tomaba la molestia de bloquear mis golpes.
Quede totalmente cansado y sin fuerzas que me permitiera bloquear su enorme pierna que se dirigía con una gran fuerza hacia mi abdomen tirándome varios metro atrás para después terminar tirado en el suelo. Lentamente él comenzó a caminar hacia mí.
- ¿Quieres continuar?
- . . . . . .
- Si te dejo con vida, estoy seguro de que pedirás ayuda a la policía. Aunque esos uniformados no podrían detenerme serian una gran molestia ya que me retrasarían y sinceramente, odio que tipos como tú que se creen héroes me retrasen en mi trabajo.
- ¿Cómo…?
- ¿Eh?
- ¿Cómo es que puedes adivinar todos mis movimientos, que ni siquiera te das la molestia de mover tus brazos?
- Ya veo, te diste cuenta de mi habilidad, bueno de todas formas pienso matarte así que te lo diré. Desde que era un niño siempre he podido detectar todo tipo de peligro que me amenazara, pero no solo detectarlo también esta habilidad que tengo me permite ver el futuro por unos segundos permitiéndome ver todos los movimientos de mis adversarios, y dándome la oportunidad esquivar para después atacar, a esta habilidad que tengo le puse el nombre de… RiskPrediction. Pero ya te dije suficiente, estoy muy retrasado y no tengo más tiempo que perder.
Al no tener fuerzas para levantarme no pude evitar que aquel tipo me cogiera del cuello para después alzarme hasta su misma altura, ya no tenía fuerzas ni siquiera para poder darle una patada.
- ¿Algún último deseo antes de morir?
En ese momento sentía que ya nada me importaba porque de todas formas iba a morir.
- Si, por favor… dile a tu hermana que no podre verla esta noche.
- ¡Elegiste muy mal tus palaras enano!
Con sus enormes manos me sujeto el cuello y empezó a presionarme, poco a poco empecé perder el aliento. Mientras estaba en camino de morir asfixiado solo un pensamiento venia a mi mente… “Creo que llego mi fin, y todo por intentar ayudar al alguien. Bueno al menos lo intente a pesar de que no pude ser de ninguna ayuda y lo único que hice fue adelantar mi muerte, y aun me sigo preguntando ¿Por qué cada vez que intento hacer algo bien siempre termino mal?.
De la nada apareció un resplandor frente a los ojos de mi ejecutor provocando que me soltara.
- ¡¡¡Ahhhh!!!, ¡Mis ojos!, ¡maldito enano ¿Qué hiciste?!
Caí al suelo y traté de recobrar el aliento “siento que he revivido” me dije a mi mismo, después dirigí mi vista atrás para ver quién o que provoco aquel resplandor y solo pude ver una sombra con la forma de un hombre que estaba rodeada por una luz muy brillante.
- ¡Rápido coge su cabeza!
- (o.O) ¿Qué?, ¿Qué agarre su cabeza?
- ¡El efecto del resplandor no lo cegará para siempre sus ojos, si no te apresuras perderás la oportunidad que siempre esperaste!
- Pero no puedo tocarlo, su hábil…
- ¡Solo hazlo!
Corrí en hacia donde se encontraba ese grandulón que aun estaba arrodillado con sus manos sobando sus ojos con la intención de poder recuperar la vista, pero no le di tiempo y justo como ese hombre extraño me dijo agarre con mis manos su cabeza.
- ¡Ahora presiona!
Con las yemas de mis dedos presione su cabeza pero como resultado de esto tuve sentimiento extraño, me sentía como si estuviera recibiendo una gran descarga eléctrica y después de unos segundos la descarga eléctrica que sentía amplifico su efecto provocándome un gran dolor en la cabeza, comencé a gritar de dolor, sentía como si mi cerebro estuviera a punto de reventar.
Cuando aquellas descargas comenzaron a calmarse rápidamente solté la cabeza del grandulón y provocando que él completamente inconsciente cayera al suelo. Mientras yo aún permanecía de pie de pero no por mucho tiempo, pues comenzaba a sentirme débil y también pude sentir como mi cuerpo poco a poco se adormecía.
- ¿Pero qué… fue lo que hice?
Al decir estas palabras yo también caí al suelo, mis ojos lentamente se cerraron y quedé completamente inconsciente.
