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Capítulo 5: Amistades
En aquella conversación que tuve con Karen acordamos que ella vendría a mi apartamento después del trabajo, para ayudarme a estudiar (una palabra que jamás me ha gustado). Al irse Karen empecé a practicar uno de los poderes que le había robado a aquel tipo Ryusei, la habilidad de curación que tenía ese tipo era automática así que no necesitaba practicarla, el que verdaderamente me interesaba era la otra habilidad con la cual él hizo aparecer un arma de la nada, quedé practicando aquella habilidad hasta altas horas de la noche pero al sentirme cansado me vi obligado a reponer fuerzas.
Al día siguiente amanecí como todos los días, me desperté para luego vestirme con el incomodo uniforme de la academia que tanto odiaba, salí de mi apartamento hacia el café Abukara, desayune junto con Karen y la señora Kokona, junto con Karen me caminaba hacia la academia mientras conversábamos, en mi mundo yo no era muy hablador con las chicas pero con el paso del tiempo fui tomando más confianza hacia Karen y ahora puedo hablar tranquilamente con ella, aunque a veces no me agrada del todo hablar con ella, pero aun así es una de las pocas personas con las que me puedo sentir cómodo a su lado.
Y para empezar la conversación no se me ocurrió mejor cosa que decir que.
-   Este si es un fabuloso día para ir a estudiar y cultivar mi mente.
-   (n.n) Que bien que pienses de esa forma Masato, no pensé que dejaras de odiar la academia tan rápido.
-   (¬.¬) No, la verdad es que sigo pensando lo mismo, aun odio estudiar y sigo pensando que ese lugar es un centro de tortura,  solo quería ver que expresión pondrías si me vieras hablando de esa forma, ¿en verdad creíste que cambiaria mi forma de pensar tan rápido?
-   Eso no me parece gracioso.
-   No lo dije para reírme, es solo que tenia curiosidad de ver la expresión que pondrías al oírme decir esas palabras.
Dirigí mis ojos hacia el rostro de Karen solo para ver un rostro molesto por las palabras que pronuncie.
-   Bien, ya vi tu expresión, y me incomoda.
-  (u.u) Masato, deberías tomar tus estudios como algo más serio.
-  Ya tas hablando como tu madre, además no voy a cambiar de la noche a la mañana, hay que tener paciencia.
-  Tienes razón, pero será más difícil que ese cambio suceda si sigues pensando de esa forma.
-  Pues lo siento pero sociedad hizo que yo pensara de esta forma.
Al decir esas palabras provoqué que Karen diera un suspiro mostrando con este su decepción, al mirarla por un rato me vi moralmente forzado a decir.
-  Esta bieennn, intentaré cambiar pero no prometo nada, nunca he sido bueno en la escuela y además aprender siempre ha sido muy difícil para mí.
-  (n.n) Estudiar no es difícil pero si sigues pensando que es difícil entonces así lo será, primero deberías quitarte de la cabeza la idea de que no eres bueno para aprender, si te esfuerzas pronto verán los resultados.
-  Bien entonces ``intentaré`` no pensar en eso. “Lo dices una forma tannn fácil”
Ambos seguimos caminando mientras hablábamos y dentro de poco tiempo llegamos a la academia, entramos a nuestro salón y entonces empezó la verdadera tortura ya que la primeria materia que nos tocaba eran  nada más y nada menos que las espantosas matemáticas.
“¡(O.O) De nuevo me encuentro con mi némesis!, las matemáticas es mucho peor que aprender un idioma extranjero”
Al principio intente poner total atención a la clase pero como las matemáticas siempre habían sido mi peor pesadilla mi concentración no duró mucho tiempo y como siempre quedé completamente perdido en clase, al llegar las tres de la tarde sonó la campana que indicaba la terminación de clases con lo cual  me sentí completamente aliviado porque no tenía ganas de ver ningún número más, antes de poder salir Karen me indico que se quedaría ya que tenía que ayudar a sus amigas en algo que no quiso mencionarme. Salí de mi salón hacia los pasillos dirigiéndome hacia la salida, mientras caminaba gire a la derecha en unos de los pasillos y vi la espalda de alguien conocido, era un chico rubio y estatura baja, que estaba sosteniendo una gran columna de papeles y delante de él estaba la chica llamada Mayu lo cual rápidamente me hizo suponer que el chico era Satou, ella sonriendo le agradecía, después se dio media vuelta y se alejo corriendo mientras Satou también dio media vuelta y empezó a caminar hacia mi dirección pero no pudo verme ya que la columna de papeles que sostenía era tan alta que no le permitía ver perfectamente,  a causa del peso de los papeles junto y de su baja estatura no podia evitar tambalearse, tenía muchas dificultades para mantenerse equilibrado, cuando empezó a acercarse a mí, dio un mal paso provocando que la columna de papeles se desequilibrara, pero justo unos segundos antes de que aquella columna de papeles cayera use mi mano para evitarlo.
-  Eso estuvo cerca.
Cogí una parte de la columna y me ofrecí a ayudarle y Satou gustosamente aceptó mi oferta, mientras caminábamos él me contaba porque llevaba esos papeles él solo.
-  Ya veo, así que estos papeles son para una profesora, tú y tu amiga Mayu tenían que levárselo pero ella tuvo una emergencia y por eso solamente tú lo estabas llevando.
-  Si, Mayu me dijo que tenía una emergencia así que no me quedo otra que decirle que yo me encargaría de todo.
-  Entiendo, estás haciendo puntos con ella.
-  ¿Qué?
-  Me refiero a que eres amable con ella porque la ves como alguien especial.
-  Bueno, ella es mi mejor amiga y nunca podría negarme a hacerle un favor.
-  ¿Solamente una amiga?, ¿o algo más?
-  ¿A qué te refieres con algo más?
-  Mejor voy directo al grano, ¿ella te gusta?
Satou repentinamente se quedo con los ojos bien abierto, intentaba hablar pero en lugar de eso hacia sonidos sin sentido como si estuviese asustado.
“¿Porqué hace eso?, no puede simplemente decir sí o no”
-  Hey tranquilo, mejor te hago una pregunta más fácil. ¿Mayu, te parece linda?
-  ¿Qué si Mayu es linda?, bueno, desde que éramos niños ella siempre ha sido amable con migo y siempre me ayudaba con una sonrisa, además ella es la única amiga que tengo por eso yo siempre la vi como una linda persona.
“Es obvio que ella te gusta, deberías estudiar actuación amigo”.
-  Entiendo.
-  Y por cierto, ¿A qué viene esa pregunta?
-  No lo sé, simplemente se me ocurrió preguntártelo.
-  Me preguntaste algo similar cuando te hablé por primera vez… ¿acaso piensas burlarte de mí de ahora en adelante?, ¿por eso empezaste a hablarme?, sabía que no debía acercarme a ti pero por favor no quiero tener problemas, solo déjame en paz.
-  (O.o) Hey espérate un momentito… No saques conclusiones tan rápido, en primer lugar si buscara burlarme de ti no te ayudaría a llevar estos papeles ¿no lo crees?, y en segundo lugar solo  empecé a hablarte simplemente porque me caíste bien así que tranquilízate, no soy ningún abusón.
-  Lo siento, no debí pensar de esa forma de ti después de haberme ayudado ayer, pero…
-  ¿Tenias miedo de que te usara para divertirme?
-  Lo siento.
-  No importa, pero al menos podrías decirme el porqué de ese miedo, ¿acaso tengo cara de matón
Satou se quedó callado y con la mirada hacia abajo, pero dentro de poco tiempo volvió a hablar.
-  En el pasado yo siempre había sido usado como un objeto para diversión de otros, me robaban mi dinero, me obligaban a hacerles las tareas, siempre terminaba siendo golpeado y yo no podía hacer nada, si les decía a algún profesor sobre lo que me pasaba me golpearían aun mas, no tenía ningún amigo aparte de Mayu, ella estaba en otro salon y por lo tanto nadie me ayudaba, tampoco no podía intentar defenderme con mis propias manos, ya que soy bajo, débil y un cobarde.
Satou tenía la mirada hacia abajo mientras yo me quedaba en silencio pensando, en lo parecidas que habían sido nuestras vidas pero con la única diferencia de que yo podía defenderme de mis agresores, pero en cambio Satou al ser bajo no tenía muchas oportunidades de ganar alguna pelea, al ver lo mal que se sentía me vi obligado a decirle algo para levantarle la moral.
-  Tú no eres un cobarde, una persona cobarde jamás se hubiera puesto frente a una situación peligrosa con tal de ayudar a un ser querido, eres un valioso amigo y a la vez eres alguien valiente ya que como ya lo dije antes solamente alguien como tú se arriesgaría solamente para ayudar a otro.
Satou levanto la mirada para mirarme.
-  ¿En verdad crees eso?
-  Por supuesto, aunque también creo que deberías pensar antes de actuar, ayer por poco te parten la cara y solo porque te pusiste frente a esos tipos cuando lo que debiste hacer era correr junto con tu amiga.
-  Pero si corríamos era muy posible que nos alcanzaran.
-  Pero también si hubieras corrido podrías haber escapado de ellos junto con Mayu, al menos esa posibilidad era mejor que quedarte ahí parado y esperar a que te desfiguraran la cara.
-  Creo que tienes razón.
Ambos llegamos nuestro destino, un salón con varias mesas, libros y profesores, dejamos la gran cantidad de papeles en una de las mesa y después ambos nos dirigimos hacia la salida, mientras caminábamos seguíamos hablando pero al llegar a las anchas puertas de la academia nos despedimos y cada uno siguió su camino.
Caminaba tranquilamente por las calles casi desérticas dirigiéndome a mi apartamento, y me detuve en medio del camino solamente para ver una montaña llena de arboles y hierba, en donde yo vivía anteriormente era una lugar desértico y lo digo literalmente, mi ciudad tenia plantas y varias plazas por dentro pero fuera de la ciudad todo era solamente tierra, en otras partes habían cultivos que se alimentaban con los ríos que provenían de las Serranias, en ese entonces para mi ver aquellos cultivos y las plantas que crecían en esos lugares era entretenido pero la cantidad de plantas que había en mi antigua ciudad no se comparaba para nada a la cantidad de arboles que veía sobre las montañas me rodeaban y verlas era para mí algo interesante.
Me quedé parado y distraído observando una de las muchas montañas pero mi distracción se acabó cuando sentí que algo me jalaba la parte inferior de mi pantalón, cuando voltee mi vista para ver qué era lo que sucedía vi que quien me jalaba el pantalón era solamente un cachorro de perrolobo, estaba mordiéndomelo como si quisiera arrancármelo, me agaché para después agarrar al perrito y alzarlo hasta mi altura.
-  ¿Se te ofrece algo amigo?
El perrito empezó a ladrarme entonces lo baje y después me alejé de él, yo caminaba tranquilamente sin imaginarme que aquel cachorro vendría hacia mí para volver a morderme el pantalón, me volví a agachar y lo agarré pero esta vez para alejarlo de mi después seguí mi camino a un paso más veloz, miré hacia atrás, el cachorro me estaba siguiendo y intentando morderme pero no podía ya que estaba caminando rápidamente, estuvimos así hasta que llegue a mi apartamento.
Cuando llegue abrí la puerta de mi apartamento y la cerré rápidamente para que el cachorro no entrara, después de haberme cambiado de ropa salí y me dirigí al café Abukara, las horas pasaron rápidamente y ya de noche al salir y ayudar a cerrar el café pude ver que aquel perrito aun seguía afuera de mi apartamento, me dirigñi hacia él.
-   ¿Vienes a ser visita?... ¿no sabes que está prohibido tener mascotas en estos apartamentos?... parezco un loco hablando con un perro.
Ignore al cachorro e ingrese a mi apartamento dejándolo afuera, mientras entraba no podía evitar pensar.
“Afuera hacia mucho frio y un perro de su edad difícilmente podría sobrevivir en la calle pero tampoco puedo meterlo dentro, están prohibidos las mascotas… Maldición ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?”
Volví a salir, abrí la puerta y entonces encontré a ese cachorro completamente sumiso y mirándome, entonces yo me hice a un lado abriendo más mi puerta.
-   Vamos, entra que afuera hace mucho frio.
La actitud sumisa del perrito rápidamente cambio por una mas enérgica y corriendo entro a mi apartamento, en ese momento ingresé tranquilamente mientras aquel cachorro corría por todas partes,  mientras llevaba mi basura al basurero se me cayó una bola de papel, el perrito al verla empezó  jugar con ella mientras yo lo veía, luego empecé lanzar bolas de papel mientras que él intentaba atraparlas y así estuvimos por un buen rato hasta que alguien toco la puerta.
-  ¡Masato!
Aquella voz que llamaba por la puerta le partencia a Karen que vino para.
“(O.O) Maldición, olvide que Karen vendría para ayudarme a estudiar”
Completamente desesperado me empecé a mirar a todas partes buscando algún lugar en el que pudiera esconder al cachorro, cuando vi las dos puertas de madera deslizantes en la que guardaba mi colchón me di cuenta que ese era el mejor lugar para esconderlo, agarré al cachorro y después lo lleve dentro, apuradamente lo puse dentro y cerré la puerta deslizante, ya estando más tranquilo me dirigí hacia la puerta de mi apartamento para abrirle a Karen, al abrirle ella me dijo.
-   ¿Por qué te tardaste tanto?
-   Ahhh estaba cubriendo una de mis necesidades básicas.
-  Entiendo, ¿puedo pasar?
-  Claro.
Me hice a un lado para dar paso a Karen, al pasar ambos nos sentamos alrededor de la diminuta mesa que se encontraba en mi apartamento, al sentarnos saqué todos mis cuadernos de mi maletín para ponerlos en la mesa, Karen también hizo lo mismo, al estar ya a punto de comenzar la sesión de estudio ella dijo.
-   ¿Qué te parece si empezamos con las matemáticas que hicimos hoy?
-  ¿Matemáticas?, eso no es algo en lo que sea muy bueno, ¿Por qué no mejor estudiamos otra materia?
-  Precisamente ya que no eres muy bueno en las matemáticas debemos empezar por eso, ¿aun recuerdas lo primero que hicimos en clases?
-  creo.
-  ¿Qué quieres decir con? Creo.
-  Puesss que no recuerdo muy bien lo que hicimos en clase.
-  ¿Acaso no pusiste atención a la clase?
-  Bueno, primero si puse toda mi atención a lo que decía el profesor pero al poco tiempo me sentí perdido y al final creo que me distraje un poquito.
Al oírme decir eso Karen dio un suspiro y luego dijo.
-  No tienes remedio.
Intenté hablar pero antes de que pudiera hacerlo me interrumpió un sonido, se oían pequeños aullidos y también se podía oír madera siendo rasgada.
-  ¿Oíste eso masato?
-  ¿Qué?, yo  no oí nada.
-  Tal vez solo fue mi imaginación.
-  Seguramente. ¿Podrías esperarme un momento? Quiero revisar algo.
-   Claro.
Me dirigí hacia el lugar en el que había escondido al cachorro para ver que le estaba sucediendo, me agaché y lentamente deslizaba una de las puertas pero aun a pesar de que fui cuidadoso no pude evitar que se me escapara, salió corriendo tan rápido que no pude reaccionar a tiempo para detenerlos, al estar afuera intente cogerlo tirándome hacia él estirando mi brazo pero como no pude llegar a alcanzarlo, el cachorro empezó a correr por todas partes pero al llegar a estar justo frente a Karen se detuvo, primeramente ella lo miró completamente extrañada pero al poco rato cambio su rostro para mostrar una sonrisa al mirar al perrito y mostrando brillo en sus ojos dijo.
-  Que lindo perrito.
Karen cogió al cachorro sin ninguna dificultad ya que el cachorro se puso sumiso apenas vio a Karen lo cual no sucedió con migo.
“(¬.¬) y se supone que ese es el mejor amigo del hombre.”
Noté una gran sonrisa en el rostro de Karen al ver al cachorro, cuando empezó a acariciarlo el cachorro lamio su mejilla.
-  En verdad que es muy lindo, pero… ¿Qué hace este perrito en tu habitación masato?
-  Ah ¿Qué hace ese cachorro en mi habitación?, bueno veras, lo encontré en la calle mientras caminaba hacia mi apartamento pero yo no lo traje, él me siguió, mientras intentaba morderme la pierna, cuando llegamos se quedó afuera y no me quedó otra que hacerlo entrar.
-  ¿Estas consciente de que aquí está prohibido tener mascotas?
-  Lo sé, pero no podía dejarlo afuera y con el frio que hacia hubiera sido fatal para este cachorro quedarse afuera, además no pienso quedármelo como mi mascota, pienso buscar a alguien que se pueda hacer cargo de él y por favor no…
-  No te preocupes, no le diré nada a mi madre.
-  Gracias.
-  Pero no veo razón alguna para esconder al cachorro, si le contaras a mi madre lo que me contaste a mí estoy segura de que ella entendería.
-  Es posible pero todas formas como ya te lo dije no me lo pienso quedar así que no creo que sea necesario contarle.
-  pero ¿enserio no te lo pensabas quedar?
-  Ya te dije que no, además cuidar animales no va conmigo, yo no fui hecho para esa clase de responsabilidad.
-  Eres muy extraño.
-   (¬.¬) ¿Por qué me dices que soy extraño?
-  Dices que no fuiste hecho para hacerte responsable de una mascota, entonces dime ¿por qué recogiste a este cachorro?
-  Ya te dije que fue solamente porque no quería que se muriera de frio afuera.
-  ¿Esa es la única razón?
-  Si, simplemente lo hice entrar porque me dio pena dejarlo afuera, ¿ya estas satisfecha con esa respuesta?
-  (n.n) Si.
Al terminar nuestra conversación el cachorro se escapó de los brazos de Karen y empezó a correr hacia todas partes, yo intenté cogerlo y antes de que me pudiera dar cuenta ella y yo estábamos sonriendo jugábamos con el cachorro olvidándonos de la verdadera razón de nuestra reunión, el tiempo paso sin que nos diéramos cuenta, apenas dejamos de jugar con el cachorro cuando este se quedó dormido por el cansancio, aprovechando esa oportunidad Karen y yo nos volvimos a sentar alrededor de la pequeña mesa pero en ambos se notaba el cansancio.
-  Karen, tal vez deberíamos posponer esta reunión para mañana, además no creo que nos podamos concentrar bien estando casi durmiéndonos.
Ella bostezó y luego lentamente me dijo.
-   Tienes razón, entonces nos vemos mañana Masato.
Karen se alejo hacia la puerta, al irse yo saqué mi colchón para luego desenrollarlo y finalmente entrar en el mundo de los sueños.
Comencé a abrir mis ojos lentamente y solo para encontrarme a mi echado en un escenario completamente oscuro, me levante, primero extrañado pero al poco tiempo recordé.
“¿otra vez aquí?, si estoy aquí eso quiere decir que…”
En ese momento una voz proveniente detrás de mí me interrumpió.
-  Ha pasado mucho tiempo, muchacho.
Volteo para verlo, aquella voz provenía de Hiroto.
Avances  
  En estos momentos estoy trabajando en el capitulo 2 de PivCity  
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